NUESTRA VISIÓN

Nuestra Visión: Ser una iglesia en crecimiento, apasionadamente comprometida con Cristo.



jueves, 8 de abril de 2010

¡Cuidado con la Rutina!


Nuestra sociedad cada vez se parece más a una tableta efervescente. Las personas parecen enloquecer de entusiasmo por unos minutos y hasta días por una actividad que les parece fascinante pero al corto tiempo aquello que les entusiasmaba se ha vuelto rutinario, mecánico…frío.


Muchas veces el pueblo de Israel atravesó por momentos en los que su relación con Dios era simple rutina; una serie de rituales aprendidos y realizados con la exactitud de un reloj suizo pero sin convicción, sin vida. El vigor espiritual del pueblo y su consecuente vida no era muy diferente a la de los otros pueblos que habitaban a su alrededor y que seguían prácticas idolatras y vidas de profunda descomposición moral.


Y es que la rutina es un asesino silencio de la verdadera espiritualidad. Es una condición confusa y engañosa pues nos hace creer que el hecho de la participación sistemática de eventos y actividades cristianas es suficiente para una vida en aparente armonía con Dios y sus propósitos.


Por otro lado, la rutina es un cáncer espiritual que nos seca poco a poco dejándonos sin gozo espiritual, nos deja como sabor de boca una sensación de pesadez y tedio, lo que antes nos parecía desafiante y alentador ahora es casi una pérdida de tiempo.


Ahora bien, ¿Cómo llega un cristiano a caer en la monotonía? La respuesta a esta pregunta no necesariamente se encuentra en el exterior, en el ambiente que se genera en las actividades de la vida cristiana, más bien se encuentra en el interior, en la intimidad del corazón del individuo que ha descuidado su amor hacia el Señor y se ha ido alejando de la meditación de la Biblia y la oración privada yendo en pos de otras “atracciones” pasajeras.


Fue Jonás, un profeta desobediente a la dirección de su Dios quien dijo: “Los que siguen vanidades ilusorias, su misericordia abandonan”.
La rutina es real, no vivamos vidas de aparente seguridad con una excesiva confianza en nuestra propia capacidad de huir de ella, más bien vivamos cada día buscando avanzar en nuestro caminar cristiano en dependencia del poder de Dios.
Miguel Angel López H.

1 comentario:

giovanni paolo dijo...

Hey, brother!
sos el teólogo en residencia de la iglesia flor blanca... qué alegre.
imagino que hacés la dupla con Pancho en el liderazgo.
Bendiciones.
te conocí en el Seteca, Miguel Angel.
Me da gusto que te expreses muy bien por escrito. estas publicaciones incentivan a la reflexión. Lo de la rutina es muy cierto. hay tantos distractores y pasatiempos que nos emboban haciéndonos desviar el centro de atención de donde debe estar: en Dios.
Seguí escribiendo, brother.