Jesús dijo a sus discípulos: “A ustedes se les ha concedido conocer lo secretos del reino de Dios; pero a ellos (al público general) no”.
¿Por qué Jesús no hablaba claramente a las personas? La respuesta es porque Él había estado enseñando muchas veces sobre la injusticia, el pecado y el juicio que vendría sobre aquellos que no tuvieran un corazón arrepentido y sin embargo la actitud de la gente, en su mayoría, fue de indeferencia e incredulidad.
En una ocasión los líderes religiosos de Israel le preguntaron al Señor: “¿Qué señal haces para que creamos en Ti?” Él les dijo que la única señal que podrían tener es la del profeta Jonás, es decir, pasar tres días en el sepulcro después de su muerte antes de su resurrección.
Jesús no perdería su tiempo enseñando a un pueblo que no estaba interesado en oír. Es por eso que las consecuencias de sus actitudes vendrían sobre ellos en vista que habían decido dar la espalda a Dios.
Hoy día, muchas personas se preguntan por qué tenemos tanto desastre y tanta injusticia en nuestra sociedad. Incluso muchos cuestionan que cómo es posible creer en la existencia de un Dios de amor cuando vivimos en mundo de odio y de maldad. La respuesta es la misma: La humanidad ha decido dar la espalda a Dios.
El mundo decidió ir sin Dios, y eso ha traído una serie de males espirituales, sociales y ambientales. El mundo se ha convertido en un verdadero caos y es porque nuestro sistema se ha encargado de ir sacando a Dios de la escena.
Dios nos habla sutilmente en medio de la catástrofe, nos recuerda que ésta es resultado de haberle dejado de lado, en la vida personal, en el matrimonio, en la sociedad y en la nación.
A pesar de lo anterior, Dios sigue amando al mundo, para que todo aquel que en el cree, no se pierda sino que tenga vida eterna.
Miguel Ángel López H.
¿Por qué Jesús no hablaba claramente a las personas? La respuesta es porque Él había estado enseñando muchas veces sobre la injusticia, el pecado y el juicio que vendría sobre aquellos que no tuvieran un corazón arrepentido y sin embargo la actitud de la gente, en su mayoría, fue de indeferencia e incredulidad.
En una ocasión los líderes religiosos de Israel le preguntaron al Señor: “¿Qué señal haces para que creamos en Ti?” Él les dijo que la única señal que podrían tener es la del profeta Jonás, es decir, pasar tres días en el sepulcro después de su muerte antes de su resurrección.
Jesús no perdería su tiempo enseñando a un pueblo que no estaba interesado en oír. Es por eso que las consecuencias de sus actitudes vendrían sobre ellos en vista que habían decido dar la espalda a Dios.
Hoy día, muchas personas se preguntan por qué tenemos tanto desastre y tanta injusticia en nuestra sociedad. Incluso muchos cuestionan que cómo es posible creer en la existencia de un Dios de amor cuando vivimos en mundo de odio y de maldad. La respuesta es la misma: La humanidad ha decido dar la espalda a Dios.
El mundo decidió ir sin Dios, y eso ha traído una serie de males espirituales, sociales y ambientales. El mundo se ha convertido en un verdadero caos y es porque nuestro sistema se ha encargado de ir sacando a Dios de la escena.
Dios nos habla sutilmente en medio de la catástrofe, nos recuerda que ésta es resultado de haberle dejado de lado, en la vida personal, en el matrimonio, en la sociedad y en la nación.
A pesar de lo anterior, Dios sigue amando al mundo, para que todo aquel que en el cree, no se pierda sino que tenga vida eterna.
Miguel Ángel López H.